Otro invento: tarta desalmidonada

Justo el día en que cumplí 5 meses haciendo la dieta sin almidón, vi una parte de una receta que me dio el pie para solucionar el tema de las tartaletas. Lo importante en este caso es cómo hacemos la masa y el relleno corre a gusto del consumidor.

En esta oportunidad, la masa se puede hacer e incluso resiste amasado y estirado con palo (uslero). Pues bien... manos al obra:

En un recipiente grande coloca un tarro de leche condensada completo. A ello comienza a agregarle 300 gramos de leche en polvo y 200 gr de azúcar impalpable (o flor). Todo eso llegará a lograr la consistencia de masa. Para los que antes han hecho cualquier masa con harina, esta toma un poco más de tiempo... así que a no asustarse si se demora en "espesar".

Luego de estirar la masa se dispone sobre un molde para tartaleta enmantequillado. Luego Al horno precalentado a 170° por unos 15 minutos.

¿Relleno? les propongo que en vez de la típica crema pastelera (que no podemos comer justamente por la fécula), hagan una con otro tarro de leche condensada y la saboricen con jugo de limón (como la crema del pie de limón) o una vainilla u otro.

A parte pueden preparar una crema de chocolate. 200 gr de chocolate de leche a baño maría, a lo que se le agrega 50 gr. de margarina y unas cucharadas de crema de leche. ¡Y Listo!

Todo esto lo pueden decorar con los berries que ustedes gusten (moras, frambuesas, frutillas, etc) u otras frutas.

¡Y A DISFRUTAR!